¿Cómo utilizar un Asiento de Ducha correctamente?

Un asiento de ducha es un gran aliado para que las Personas con Movilidad Reducida (PMR) puedan ducharse lo más cómodamente posible, a su vez que le permite disminuir el riesgo de caídas. Por ende, es una pieza mobiliaria imprescindible para quienes están en silla de ruedas, pero también resulta bastante práctica para aquellos/as que han sufrido un traumatismo en un miembro inferior y utilice muletas.

Este tipo de asientos, por lo general, se fija directamente en la pared de la ducha para proveer una mejor estabilidad. ¡Y créenos! es una de esas invenciones que las personas con movilidad reducida agradecen muchísimo.

Cada año muchos/as con estas características, sobre todo los/las mayores, se caen en la ducha por no contar con un soporte que les permita encontrar un mejor equilibrio en este espacio de la casa. Por lo tanto, un asiento de ducha ayuda a evitar resbalones y caídas fuertes que muchas veces desencadenan consecuencias graves.

Índice de contenidos

¿Qué es un Asiento de Ducha?

El asiento de baño es un activo muy valioso que, brinda a las PMR, la posibilidad de ducharse sentadas/os y sin correr el riesgo de resbalar en la ducha al realizar esfuerzos.

Estas sillas buscan que este tipo de personas experimenten el placer de sentarse/levantarse y ducharse con mayor confianza y seguridad. Y sí que lo logran gracias a su sistema de fijado en la pared o su mecanismo de integración en el taburete de la ducha

La clave para usar un asiento de ducha de manera adecuada

Usar un asiento de ducha no es muy difícil, su ciencia reside en la elección del modelo que mejor se adecúe a vuestras necesidades. De este punto dependerá la manera en cómo deberás usar este recurso.  Así que, estas son los factores a tener en cuenta para sacarle el máximo provecho:

Vuestras habilidades físicas

¿Necesitas de una tercera persona para sentarte y ducharte porque vuestra incapacidad no os lo permite? En este caso, recomendamos una  silla de ducha con ruedas.

¿Puedes realizar vuestra transferencia por cuenta propia? ¿Eres una persona mayor o cansada o alguien que pierde fácilmente el equilibrio? Lo más sabio será utilizar un asiento de ducha fijo (con reposabrazos o respaldo si es necesario).

El uso que le darás

El uso que tú y vuestros seres queridos le den a la ducha también determinará vuestra elección. Pregúntate ¿Necesito ducharme a diario? ¿Usaré la ducha solo una o dos veces por semana?

Si eres de lo que usa la ducha con frecuencia, os recomendamos que elijas un asiento de ducha funcional y cómodo. La opción clásica es la que se fija  a la pared y es abatible con los pies para garantizar  estabilidad.

Vuestra situación familiar

Vuestra situación personal también determinará la elección. Si vives solo, los sistemas desmontables o móviles no son una necesidad imprescindible y los asientos de ducha fijos (con apoyabrazos o respaldo) suelen ser la mejor solución.

Ahora, en caso de que vivas en pareja y/o con hijos, todas las opciones son posibles. Recomendamos como prioridad los asientos abatibles o extraíbles para evitar los excesos de medicalización.

La configuración de mi ducha

Para instalar un asiento de ducha, existen ciertas contraindicaciones:

  • Si se debe adaptar a una cabina de ducha, no intentes instalar un modelo plegable porque las paredes no son lo suficientemente fuertes y estables. ¡El  asiento no aguantaría y la caída será un hecho inminente! En estas situaciones, un  taburete de ducha  o una  silla de ducha  móvil será más adecuado.
  • De la misma manera, si desea colocar un asiento o una barra de apoyo en la ducha, asegúrese de que la pared tenga elevación. Si se trata de un muro de carga, utiliza los tacos de pared adecuados y fija el asiento según las instrucciones.
  • En caso de tratarse  de un tabique de yeso tipo BA 13, será necesario reforzarlo. Para comprobar que es placa de yeso, puedes dar ligeros golpes contra la pared y si «suena hueco» es BA 13. ¿Aún tienes dudas? Consulta con un profesional. El hecho es que será imprescindible reforzar el tabique con un sistema de rejas metálicas o un marco de madera para fijar el asiento. Si no consolida la partición, incluso si parece estable al principio, el yeso se deteriorará rápidamente y el riesgo de caída será altísimo.

Ergonomía

Tanto para  los hombres como para las mujeres, hay disponibles asientos con un corte a la altura de los genitales. Estos modelos permiten ducharse de forma más cómoda, al mismo tiempo que ofrecen un fácil acceso para limpiar esta zona del cuerpo

Asistencia de transferencia

Si la persona no puedes usar las piernas, necesitará una silla de ducha equipada con asas laterales que le permitan cambiar fácilmente de la silla de ruedas al asiento de ducha. Las ayudas de transferencia se pueden encontrar en cualquier modelo, ya sea en aquellos que se fijan en la pared o los móviles.  

También hay asientos con bases giratorias. Esta opción resulta interesante para meterse en una pequeña ducha, pero también será muy práctica para las personas mayores que necesitan hacer el menor esfuerzo posible para ubicarse en un sitio concreto.

Conclusiones

Como verás, el asiento de ducha se ha convertido en un recurso infalible para las personas movilidad reducida. Pero, para sacarle partido a este tipo de sillas (que pueden ser fijas o móviles) resulta indispensable hacer la elección correcta, basándose en vuestras capacidades físicas, necesidades familiares, el tipo de ducha y la regularidad con la que desees ducharte.

Saber elegir representa todo un arte, así que a veces lo mejor es buscar la asesoría de un profesional para dar en el blanco y puedas disfrutar de un baño más seguro y fiable. 

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