Contenedores de reciclaje o Islas de reciclaje: ¿Por cuál opción decantarse?

En la búsqueda de fomentar un estilo de vida más sostenible y ecológico en las ciudades, ha surgido una nueva disyuntiva dentro de las administraciones y entidades públicas de España, entre si es mejor implementar contenedores de reciclaje o Islas de reciclaje en las comunidades o municipios. Esta última opción representa una nueva apuesta de ecodiseño que, aparentemente, ofrece otras soluciones novedosas al momento de la recogida selectiva de residuos.

Y es que las islas de reciclaje presumen de un diseño que se ajusta a las necesidades de uso específicas en cada zona, lo que les ha permitido erigirse como un gran acierto en términos de eficiencia y sostenibilidad tras optimizar las infraestructuras medioambientales y paisajísticas.

Los contenedores de reciclaje, sin embargo, siguen siendo una apuesta que aún ofrece soluciones decentes, pero más “arcaicas”. Por este motivo, se ha abierto un debate si decantarse por la opción tradicional o por las islas de reciclaje.

El propósito de este artículo es ofreceros detalles sobre estas modalidades y cómo contribuyen en la recogida de residuos en el país.

Contenedores de reciclaje o Islas de reciclaje

Índice de contenidos

Tipos de contenedores de reciclaje

Actualmente, en España podemos presenciar dos tipos de contenedores de reciclado o sistemas de recogida. Ambos, de hecho, se implementan de acuerdo a la necesidad y el presupuesto disponible de las comunidades, ciudades o municipios.

Sea cuál sea la modalidad que se elija, representan un avance porque mejoran las prácticas para el tratamiento y la recuperación de las materias primas partiendo de los residuos generados.

El hecho es que se usan dos clases de contenedores de reciclaje y vamos a conocer sus características a continuación:

1. Contenedores de reciclaje convencionales

Son los que más vemos en las ciudades y municipios del país. Generalmente, se fabrican de plástico pero también se diseñan con materiales metálicos y pueden ser grandes o pequeños con ruedas.

Hay, sin embargo, cinco tipos de contenedores tradicionales que solemos ver en España:

Contenedores de carga trasera

Hablamos de los mismos contenedores de plástico de siempre que tienen una capacidad de al menos 700 litros e incluyen ruedas porque hay que moverlos hasta la parte trasera del camión. Por ello se les dice contenedores de carga trasera, requiriendo dos o tres personas para la recogida de residuos.

En algunos municipios hay modelos de color amarillo para la recogida de envases, pero también se ven, aunque con menos frecuencia, en color azul para recoger papel y cartón.

Iglús de selectivo

En los años 90, cuando empezó a proliferar la recogida selectiva de residuos en el país, este fue el tipo de contenedor que se implementó en las mancomunidades y municipios, de hecho, siguen siendo utilizados actualmente. Se caracterizan por poseer una capacidad de 3 mil litros, tienen forma de campana o iglú (de ahí su nombre), y se fabrican en fibra de vidrio, plástico o metal.

Contenedores de Carga Lateral 

Fueron creados con el propósito de disminuir el coste de recogida, inspirándose en el sistema de carga trasera, salvo que integra un sistema de vaciado más rápido y una mayor capacidad (2 mil 900 litros). Actualmente se usa para cualquiera fracción, desde vidrio, papel, envases y biorresiduo.

Gracias al sistema de los contenedores de carga lateral el camión realiza la recogida a un costado, a la vez que un mecanismo automático lo eleva y vacía sin que el conductor descienda del vehículo.

Contenedores Soterrados Hidráulicos

Son arquetas hechas de hormigón que se entierran en el suelo y alojan un cajón en los que se introducen los contenedores. Dado que posee un mecanismo hidráulico, el cajón se eleva para retirar los contenedores y rodarlos hasta el camión. Por lo general, albergan contenedores de residuo genérico y, a veces, de envases, eso sí, su mecanismo de elevación es engorroso y ocasiona altos costes de mantenimiento

Al disponer, por otro lado, de una plataforma a la altura del suelo, normalmente los fosos se inundan, mezclando el residuo con el agua, dando como resultado una contaminación medioambiental.

2. Islas de reciclaje

Las islas de reciclaje suponen una gran novedad porque se mejora el espacio público ocupado y administra el proceso de gestión al implementar las capacidades de almacenamiento adecuadas para cada zona. Todo ello, ayuda a prestar un servicio de mejor calidad, haciéndole más sencilla la separación de los residuos.

Podemos decir, incluso, que las islas de reciclaje no son simples contenedores para la recogida de desechos, ya que su ecodiseño brinda eficacia en la gestión, un uso más fácil e integración con el entorno. Se diseñan, además, destinando más o menos espacios, según el tipo de residuo y la cantidad que se genera.

Veamos otras de las bondades que aportan

Modificación según la distribución poblacional

Un punto que las entidades públicas valoran muchísimo de las islas de reciclaje es que se pueden adaptar a la distribución poblacional, incluyendo la temporalidad de uso. En España hay bastantes regiones turísticas en los que los niveles de generación de residuos varían, según la estación.

 Y es que esta modalidad de contenedor es modular, lo que se significa que se puede modificar de acuerdo vayan evolucionando los hábitos de generación o se implementen nuevas normativas.

Facilidad de uso y accesibilidad

La boca de llenado de las islas de reciclado se encuentran a una altura accesible para cualquier persona y al acceso al contenedor en general es sin bordillos o desniveles a su alrededor. De manera que cumple con el principio de reciclaje de bridar una experiencia lo más agradable posible.

Compromiso medioambiental

El residuo en los contenedores se ha de almacenar separado del ecosistema, además, suelen ser aislados del suelo y el subsuelo en aras de evitar filtraciones de lixiviados o derrames por las aceras. Una regla general de estos recipientes es que tanto el agua subterránea como de la lluvia no pueden hacer contacto con los residuos.

Integración paisajística

Otra característica de las islas de reciclaje es que se integran perfectamente en el entorno, gracias a que los acabados se pueden personalizar sin problemas. Esto permite crear espacios más estéticos ante la vista de los usuarios.

Tecnología en el reciclaje

A estos recipientes también se le están incorporando tecnologías que propician una mayor eficiencia en la gestión de residuos, como tags o tarjetas inteligentes y sensores volumétricos.

Contenedores de reciclaje o Islas de reciclaje

Conclusiones

Como veréis, ambas soluciones ofrecen sus ventajas, sin embargo, las islas de reciclaje ofrecen prestaciones más avanzadas en comparación con los contenedores tradicionales. Sobre todo porque son modulares, personalizables e integran tecnología más sofisticada que facilitan su uso.

Las islas de reciclado representan, al fin y al cabo, una apuesta que aglutina todas las condiciones necesarias para brindar una respuesta a la necesidad de crear ciudades más ecológicas y sostenibles, promoviendo la separación de origen propiciando espacios más limpios y ordenados. Todo ello, sin desligarse de una gran capacidad de almacenamiento.

Deja un comentario

× ¿Necesitas ayuda?